Un sistema se forma de diferentes partes, piezas o personas entre otros, las cuales están ordenados estas partes se encuentran interrelacionadas e interactúan entre sí. Cada miembro o cada pieza realiza una función en específico de manera individual, pero al mismo tiempo en conjunto, con esto realizan una tarea más compleja que individualmente no podrían llevar a cabo, con esto logran alcanzar el objetivo del sistema, cualquiera que este sea. 

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En otras palabras, un sistema es un todo comprendido por sus componentes o miembros y sus propiedades, una organización en la que el comportamiento y la expresión de cada uno repercute, influye y al mismo tiempo es influenciada por los demás.

 

La familia también es un sistema, y este tipo de sistema es mucho más que solo la suma de cada uno de sus miembros; aunque un sistema haya sido concebido de manera disfuncional, siempre tiene un objetivo en común y tiende a la supervivencia y muchas veces lucha por no desintegrarse, por perjudicial que parezca para algunos de sus integrantes.

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En un amor incondicional, los miembros no se dan cuenta que este resultado puede obtenerse a partir de condiciones diferentes, porque el punto clave es la naturaleza de la organización y la interacción que se dé entre sus componentes.

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En cada sistema coexiste una fuerza que hace que el sistema mantenga su estado anterior y otra que provoca cambios en el mismo, lo cual asegura a la vez la estabilidad y la adaptación a situaciones nuevas.

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Por último, en un sistema cada miembro tiene un trabajo que hacer, por tal motivo, no se puede excluir a ninguno de sus miembros, esto haría que más adelante un miembro diferente tome el lugar del excluido.